El abuelo, que tras saber del ataque a su nieto ahorcó al perro causante del incidente.
El niño sufrió el ataque de un perro pit bull propiedad de la familia del menor
EFE La Guardia Civil investiga en Pazos de Borbén (Pontevedra) las circunstancias que pudieron haber concurrido en la muerte de un niño de dos años tras ser atacado por un pit bull propiedad de la familia del menor, informaron a Efe fuentes del instituto armado.
Un helicóptero trasladó al pequeño desde Pazos de Borbén al hospital Xeral de Vigo
REDACCIÓN Un niño de casi dos años de edad falleció ayer tras ser atacado por un perro, propiedad de su familia y de raza pit bull en el lugar de O Mosteiro, en Pazos de Borbén, en la provincia de Pontevedra.
El ataque del animal se produjo sobre las siete y media de la tarde cuando, al parecer, el niño se acercó al lugar en el que se encontraba el perro, una zona vallada y protegida con barrotes de madera de unos dos metros de altura.
Las primeras sospechas apuntan a que el pequeño podría haber metido un brazo entre los barrotes, momento en el cual el perro le mordió y lo arrastró hacia dentro, causándole graves lesiones. Inicialmente, sanitarios desplazados al lugar le atendieron durante hora y media, y a continuación un helicóptero de Protección Civil enviado al lugar por el 112 le trasladó al hospital Xeral de Vigo, donde los médicos no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
El niño, que era hijo único, residía con sus padres, un repartidor de prensa y un ama de casa, en una vivienda prefabricada que se encuentra situada en una finca de una zona rural, al pie de la carretera que comunica Pazos de Borbén con Ponteareas.La familia se había trasladado a vivir a este lugar hace muy pocos años procedente de Chapela. Al parecer, en la vivienda también reside el abuelo, que tras saber del ataque a su nieto ahorcó al perro causante del incidente.
A última hora de la noche un lacero esperaba el permiso judicial necesario para poder retirar el cuerpo del can y trasladarlo a una clínica veterinaria de Redondela, donde iban a ser examinados sus restos. Desde que se produjo el suceso, en el lugar permaneció una patrulla de la Guardia Civil.
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