En Villamanta
La Guardia Civil abate a tiros a un hombre que se saltó dos controles
Imagen de un coche de la Guardia Civil siniestrado. (Begoña Rivas)
La Guardia Civil ha abatido a tiros la pasada madrugada a un hombre de 38 años en la localidad madrileña de Villamanta. Paró a poca distancia de un control del Instituto Armado, dio marcha atrás para huir e hirió a una agente.
Según ha informado un portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, el suceso ocurrió sobre la una en Villamanta, cercana a Navalcarnero, donde el agente disparó al conductor de un vehículo que se había dado a la fuga en dos controles y que había sacado de la carretera a un coche de la Guardia Civil, hiriendo a sus dos ocupantes.
La huida había comenzado poco antes en la localidad abulense de la Adrada, cercana al límite con Madrid, en la que una patrulla de la Guardia Civil dio el alto al conductor de un vehículo que en lugar de identificarse intentó atropellar a los agentes y huyó.
Poco después, unos ciudadanos comunicaron a la Guardia Civil que acababan de ser sacados de la carretera M-501, que une la Adrada con Navas del Rey y Brunete, por un coche Renault Laguna, por lo que el Instituto Armado puso en marcha un dispositivo para darle alcance, comunicando la situación a todos los agentes de la zona.
Una patrulla de Navas del Rey vio el vehículo y le dio el alto, pero el conductor hizo caso omiso y comenzó una persecución en la que el huido sacó de la carretera al coche de la Guardia Civil, que sufrió un accidente en el que el vehículo policial quedó siniestro total y dos agentes resultaron heridos, aunque no de gravedad.
El sospechoso continuó su huida hasta Villamantilla, donde otra patrulla le dio el alto.
El conductor intentó aprisionar a uno de los agentes contra el vehículo policial, mientras otro agente rompió el cristal del coche huido para intentar detener al sospechoso, fracturándose una mano.
En el enfrentamiento, uno de los guardias civiles vio que el conductor iba a atropellarle, por lo que efectuó varios disparos, hiriendo de gravedad al huido, que murió poco después, según la misma fuente.
El fallecido, vecino del pueblo de Cadalso y de nacionalidad española, tenía antecedentes policiales por conducción temeraria, consumo de drogas y usurpación de identidad.
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